Todos somos ocupantes del edificio. Vivimos en apartamentos que alquilamos y en casas de nuestra propiedad. Trabajamos en oficinas alquiladas por nuestras empresas y compramos en tiendas minoristas. Las diferentes instalaciones se utilizan de diferentes maneras, y se estima que pasamos el 90% de nuestro tiempo en ellas. Entonces, ¿por qué deberíamos seguir aceptando un espacio que con frecuencia no alcanza todo su potencial?
Las empresas inmobiliarias han empezado a optar por diferentes tipos de plataformas virtuales como software de contabilidad para la empresa. La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto varios defectos en el entorno construido, muchos de los cuales se pasan por alto fácilmente o simplemente se aceptan.
¿Se congela tu oficina? Qué hacer: compra un suéter. ¿Has cogido el resfriado de tu compañero de trabajo? ¿Por qué es así porque es invierno? ¿Qué hay de ese apartamento caro cerca del metro? Un costo de conveniencia necesario.
Las crisis con frecuencia presentan oportunidades para repensar. Causan cambios de paradigma que a menudo se traducen en cambios a largo plazo, y el sector inmobiliario no es una excepción. Las normas de préstamos hipotecarios se hicieron mucho más estrictas tras la crisis financiera mundial.
Los baños intermedios evolucionaron a partir de los lavabos de entrada posteriores a la gripe española. Se están implementando numerosas medidas de resiliencia después de los desastres climáticos, que van desde materiales ignífugos hasta ventanas a prueba de tormentas. Sin embargo, más allá de las medidas de resiliencia, la crisis actual ha suscitado preocupaciones sobre la forma en que utilizamos el espacio y si este satisface plenamente nuestras necesidades.
¿Qué impulsa las tendencias en el mercado de la sostenibilidad?
Incluso fuera de los requisitos reglamentarios, las empresas de todo el mundo han dedicado los últimos años a hacer y cumplir promesas en materia de sostenibilidad. El cambio en la asequibilidad es otro factor que impulsa la tendencia del mercado de la sostenibilidad.
Si bien alguna vez se pensó que la tecnología para reducir las emisiones de carbono era prohibitivamente cara, el costo de monitorear el uso de energía ha disminuido constantemente en los últimos años. Por el contrario, el costo de los combustibles fósiles no ha hecho más que aumentar. Si bien los precios del petróleo fluctúan, las tecnologías de energía verde, como la solar y la eólica, están demostrando ser confiables.
La industria inmobiliaria también está empezando a sentir los efectos de los requisitos de sostenibilidad. Los inversores inmobiliarios comerciales han empezado a incluir «cláusulas verdes» en sus contratos de arrendamiento, que obligan a los propietarios y operadores a comparar su consumo de energía e informar al respecto. Si bien actualmente estas cláusulas están disponibles caso por caso, la tendencia de la regulación local y federal apunta a un futuro en el que la presentación de informes sobre las prácticas de sostenibilidad de los edificios será obligatoria por ley.
Viabilidad futura: Una cosa es que hay que mejorar el espacio específico. Un marco para el futuro de los bienes raíces explica cómo hacerlo. Los bienes inmuebles del futuro deberían ser:
Habitable: Debemos sentirnos cómodos, productivos y saludables en los edificios.
- Sustentable: Esto significa cero emisiones netas de carbono y emisiones reducidas a lo largo del ciclo de vida de los activos.
- Resiliente: Esto significa que los edificios pueden soportar una variedad de choques agudos y cambios crónicos a largo plazo.
- Asequible: Esto significa un suministro suficiente de espacio accesible y de calidad para viviendas y empresas pequeñas y en crecimiento.
Si la industria inmobiliaria continúa su trayectoria de crecimiento actual, debe evolucionar. La legislación y la presión de los inversores están obligando a cambiar la sostenibilidad, la asequibilidad y la resiliencia, mientras que la demanda de los consumidores también acelera la adopción de prácticas más sostenibles y habitables.
Entonces, ¿cómo mejoramos exactamente nuestros espacios?
Utilice la tecnología
La innovación en el diseño y la construcción puede ayudar a desarrollar espacios más asequibles y de mayor calidad. El uso de la tecnología de gemelos digitales tiene el potencial de ahorrar millones de dólares en costos de construcción y, al mismo tiempo, acortar los plazos de los proyectos y mejorar la calidad.
Lendlease utilizó la tecnología de gemelos digitales para reducir la típica fase de diseño de meses a unos pocos días, lo que permitió ahorrar mucho tiempo y dinero. Al aprovechar la infraestructura digital que proporciona información sobre el rendimiento de los edificios, los edificios autónomos pueden aprender, adaptarse y responder continuamente a las necesidades de las personas y el medio ambiente.
La tecnología inmobiliaria puede brindar una experiencia más personalizada a los inquilinos, mejorando todo, desde la calidad del aire hasta la reserva de espacios para reuniones.
Repensar el diseño
En un mundo posterior a la COVID, los barrios y los espacios se han vuelto más fluidos. Los distritos comerciales centrales que se basan predominantemente en oficinas deben convertirse en destinos más de uso mixto.
Para compensar la disminución de los ingresos, las ciudades deben ser más creativas con el espacio público, lo que podría monetizar parte de su uso y reutilizarlo para diferentes propósitos, como gimnasios al aire libre o galerías emergentes. Si los trabajadores tienen opciones remotas, las oficinas deben fomentar una mayor colaboración, lo que significa más lugares para reunirse con los colegas de manera eficaz.
Los hogares serán lugares tanto para trabajar como para jugar, y posiblemente incluso residencias principales durante varias generaciones, lo que requerirá una evolución del diseño para adaptarse mejor a los distintos usos y usuarios.
Participación de la comunidad
Durante demasiado tiempo, los retornos financieros han superado las necesidades de la comunidad y de los inquilinos. Superar los silos de la industria y comprender a las partes interesadas mejorará la provisión de espacios inclusivos, accesibles y habitables.
El auge de NIMBY («no está en mi patio trasero») demuestra lo que puede suceder cuando los proyectos no brindan suficientes beneficios a todas las partes involucradas. Con un mayor énfasis en el ESG (gobierno ambiental, social y corporativo), centrarse en los beneficios distintos de los retornos puramente financieros ayudará a solidificar este reequilibrio.
CRM inmobiliario comercial puede ayudar a mejorar la sostenibilidad del medio ambiente al permitirle ver los detalles desde cualquier lugar con conectividad a Internet.
Conclusión
Durante demasiado tiempo, hemos aceptado el estado de nuestro entorno construido: activos intensivos en capital con horizontes temporales prolongados y poca flexibilidad. Pero ahora es el momento de pedir más. Ya es hora de que el espacio nos ayude a vivir vidas más sanas, productivas y conectadas.